Carolis
Es una pequeña ciudad costera que sirve de refugio para las
embarcaciones que se adentran en la bahía. Para ello, en la bahía se levanta un
dique de gran tamaño y sorprendente ingeniería que ayuda en dicha labor. Hasta
hace unos años la ciudad no contaba con el dique y las instalaciones necesarias
para albergar los grandes barcos que ahora se acercan a su puerto, pero su
dirigente, Eduard Swanson, ha demostrado ser un tipo ingenioso y hábil con el
manejo de las arcas públicas y con estas construcciones ha revitalizado el
comercio de la ciudad.
El comercio es uno de motores económicos de la pequeña ciudad
donde se pueden encontrarse todo tipo de mercancías exóticas debido al tráfico
de los barcos.
Las casas más próximas al muelle son viejas y apenas cuentan
con dos alturas, los techos de pizarra a dos aguas dotan al lugar de un aire
triste y oscuro, al contrario que el interior de las casas que suele ser
colorido y engalanado con motivos marinos de tonos azul vistoso. Las calles
están empedradas y la ciudad ha hecho un notable esfuerzo por modernizarse
pasando de ser un pequeño pueblo a una ciudad pequeña en muy poco tiempo, todo
gracias a su alcalde.
Población: 8.000 habitantes, principalmente psiónicos y maestros.
Gobierno
Carolis elige a sus gobernantes por votación popular. Actualmente se encuentra el alcalde Eduard Swanson, ingeniero y erudito que gobierna la ciudad con sabiduría.
Economía
La principal economía de Carolis es el comercio con las ciudades de la Bahía. También tiene una importante población de pescadores.
Barrios
El barrio de Rocahendida, es una zona donde han proliferado
los burdeles, casas de juego y un sin fin de tabernas que pelean por absorber a
la población creciente de la ciudad, sus olores exóticos se entremezclan en una
amalgama de callejones, la edificación ha crecido de forma exagerada lo que
provoca que un importante desorden, da la sensación de que uno se adentra en un
gigantesco laberinto de casas y burdeles.
Facciones
El enclave es una sociedad de comerciantes que ha tomado la
ciudad como base para sus operaciones, dichas operaciones en muchos casos se
tratan de contrabando de mercancías.
La orden en realidad es una cofradía de ladrones que opera
bajo las órdenes del presidente de la compañía, Trumpson un tipo orondo y algo
prepotente que ante cualquier indicio de amenaza actúa con notable y
descontrolada rotundidad, aunque eso si, hasta la fecha nadie ha podido
acusarlo de nada, pues son sus secuaces los que ejecutan sus órdenes.
Leyendas
En la ciudad existe la leyenda que una sirena vive en una
gruta próxima al faro, los más ancianos del lugar hablan de ella como si de un
oráculo se tratara, cuentan que para tratar con ella es preciso dejar una perla
sobre el pequeño altar que hay en el muelle y hacer sonar una caracola marina
con una melodía concreta.
Autor: Marlock
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